Antros registran ganancias en medio de la desaceleración económica
Miguel Ángel Pallares Gómez
Los ingresos de antros, bares y centros de espectáculos en el país crecerán hasta 12.5% este año –cuatro veces más que el repunte de la economía del país–, favorecidos por la disminución en la percepción de inseguridad y por una característica cultural del mexicano que sobrepone su diversión a otros gastos, explicaron expertos.
De acuerdo con la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas Bares y Centros de Espectáculos (Anidice), este sector alcanzará un valor superior a 228 mil millones de pesos en 2014, equivalente a una derrama semanal de 4 mil 400 millones de pesos en más de 15 mil 800 establecimientos distribuidos a nivel nacional.
“La industria ha repuntada muy bien, traemos un crecimiento de 10% en ingresos que podría llegar a 12.5% en esta segunda parte del año, las personas están gastando en divertirse por varios factores como la estabilidad en materia de seguridad en estados como Monterrey, Guadalajara y Morelos”, comentó Ismael Rivera, presidente de la Anidice
En términos de su aportación en el Producto Interno Bruto (PIB), la industria de entretenimiento en centros nocturnos representa cerca del 1.3% de la economía, casi en la misma proporción del sector restaurantero que tiene un valor anual de 220 mil millones de pesos.
A diferencia de los restaurantes que prevén un crecimiento hasta de 2.5% o 3% este año, los antros han logrado un repunte que sorprende a los especialistas, aunque se debe recordar que el sector viene de caída de 20% en ingresos en 2013, debido a la desaceleración económica que derivó en una baja general en el consumo.
“El crecimiento en los antros también se asocia con la diversión a pesar de la crisis, porque el mexicano aunque no tenga dinero suficiente para la semana sale a divertirse. El 70% de los asistentes a estos lugares son jóvenes de 18 a 30 años”, precisó Rivera Cruces.
Datos de la Anidice apuntan a que cerca de 312 millones de personas son clientes de los centros nocturnos, de los cuales el 46% de los asistentes tienen entre 18 a 23 años, mientras que el 24% son de 24 a 29 años, 16% de 30 a 35 años, 9% de 36 a 45 años y el 5% de 46 años en adelante.
El promedio de consumo por persona en cada visita es de 4.5 copas, lo cual se ha mantenido como un estándar en los últimos 30 años, y equivale a una venta de mil 400 millones de copas anuales, que representaron la comercialización de 74 millones de litros de alcohol, según Anidice.
Crecimiento elevado
Para los especialistas, el crecimiento de la industria tiene relación directa con la mejora en plazas como Tijuana, Sonora, Tamaulipas, Tabasco, Nuevo León y Morelos, donde se había perdido una parte de la vida nocturna, pero también por la tendencia del mexicano por gastar en diversión.
“La economía nacional en el primer semestre creció cerca del 1.6% y 1.7%, por lo que el crecimiento de los bares es alto; sí creo que hay una tendencia alcista por una mejora económica, pero además hace unos meses los bares estaban muertos en zonas como Nuevo León y ahora parecen estar llenos”, comentó Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
El especialista manifestó que el crecimiento de los antros es importante dado que pocas industrias crecen a este nivel en medio de las dificultades en el consumo, el cual todavía no da claras señales de recuperación.
Isabel Campero, directora de estudios de opinión en la agencia De la Riva Group, explicó que el crecimiento de la industria se da en un contexto donde el salario quincenal de los trabajadores alcanzó en promedio para 13.5 días de enero a agosto del presente año, es decir, el dinero les faltó antes de recibir su siguiente pago.
“Este último mes (agosto) estuvo fatal para el Índice Final de Quincena, los ingresos alcanzaron sólo para 12.95 días, esto representa uno de los niveles más bajos que tenemos desde los últimos cinco años, por lo que el 41% de las personas tuvieron que recortar gastos”, añadió.
En medio de la crisis en los bolsillos de los trabajadores, los recortes impactan desde el entretenimiento hasta la compra de alimentos, pero aún así algunos productos como las bebidas alcohólicas logran evitar el golpe de la crisis.
“En estudios que hemos realizado algunos gastos de las personas en bebidas alcohólicas como rones y cervezas no son tan afectadas por el recorte de gastos en una crisis, no baja tanto su consumo”, agregó.
Dentro de los antros y bares, el 60% de las bebidas alcohólicas consumidas son de origen nacional, donde predominan rones y tequilas, mientras que el 40% son importadas, donde las más demandadas son whiskeys y vodkas; la cerveza representa el 22% del consumo total de los establecimientos, detalló la Anidice.
“En el caso de la cerveza, este año se dieron diferentes eventos deportivos como el Super Bowl y el Mundial que representaron un repunte en el consumo, todavía se están afinando las expectativas del cierre de 2014, pero el mercado tiene un potencial importante”, comentó Ana María Vallarino, directora general de Cerveceros de México.
Para Luis Lozano, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la tendencia positiva en los antros y bares puede relacionarse al carácter social del mexicano y la intención de las personas por realizar una fuga de sus problemas laborales o económicos a través de la diversión.
“La visita a bares tiene relación con el nivel de ingresos de las personas, porque asisten aquellos que tienen posibilidad como la clase media o media alta. Las personas también buscan una salida, una fuga con la intención de distraerse tomándose una copa”, añadió.
Manuel Valencia, catedrático del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), resaltó la caída de 20% del año pasado en la industria del entretenimiento nocturno, ya que explicaría parte del rebote en los ingresos, además recalcó que el bono demográfico impulsa a este sector preferido por los jóvenes.
“El número llama la atención porque es alto, pero se debe considerar que viene de números negativos, aunque también es parte de la cultura similar a lo que pasa con el futbol, guardando las proporciones la gente no sacrifica ciertas actividades, en México es muy valorado el tiempo libre”, resaltó.
La otra cara
El buen desempeño de los bares contrasta con las cifras de los restaurantes, donde no hay una recuperación e incluso la Reforma Fiscal ha puesto focos rojos sobre un posible aumento de la informalidad, dijo Manuel Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
“El primer semestre tuvo un crecimiento flojo de entre 1% y 2%, por los aumentos de precios derivados del impuesto a las bebidas azucaradas, además de una disminución en la asistencia de los clientes y un menor gasto promedio en los establecimientos”, agregó Gutiérrez García.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabiliza cerca de 500 restaurantes en el país, de los cuales el 95% son pequeñas y medianas empresas, mismas que han sido afectadas con la eliminación del Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) por falta de conocimiento e inversiones para comprar equipo tecnológico.
“En un principio podría aumentar la informalidad; es un problema que preocupa por la dificultad de los restaurantes, sobre todos los pequeños, para poder incorporarse al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), por lo que estamos solicitando apoyo para tener equipos y capacitarlos”, comentó.
Esta industria se encuentra todavía por debajo de los crecimientos previos a la crisis de 2009, cuando fue azotada por la influenza, así como el sector de bares y antros, ya que a pesar de sus números positivos también está casi 3 mil establecimientos abajo de la cifra reportada en 2009.
Los ingresos de antros, bares y centros de espectáculos en el país crecerán hasta 12.5% este año –cuatro veces más que el repunte de la economía del país–, favorecidos por la disminución en la percepción de inseguridad y por una característica cultural del mexicano que sobrepone su diversión a otros gastos, explicaron expertos.
De acuerdo con la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas Bares y Centros de Espectáculos (Anidice), este sector alcanzará un valor superior a 228 mil millones de pesos en 2014, equivalente a una derrama semanal de 4 mil 400 millones de pesos en más de 15 mil 800 establecimientos distribuidos a nivel nacional.
“La industria ha repuntada muy bien, traemos un crecimiento de 10% en ingresos que podría llegar a 12.5% en esta segunda parte del año, las personas están gastando en divertirse por varios factores como la estabilidad en materia de seguridad en estados como Monterrey, Guadalajara y Morelos”, comentó Ismael Rivera, presidente de la Anidice
En términos de su aportación en el Producto Interno Bruto (PIB), la industria de entretenimiento en centros nocturnos representa cerca del 1.3% de la economía, casi en la misma proporción del sector restaurantero que tiene un valor anual de 220 mil millones de pesos.
A diferencia de los restaurantes que prevén un crecimiento hasta de 2.5% o 3% este año, los antros han logrado un repunte que sorprende a los especialistas, aunque se debe recordar que el sector viene de caída de 20% en ingresos en 2013, debido a la desaceleración económica que derivó en una baja general en el consumo.
“El crecimiento en los antros también se asocia con la diversión a pesar de la crisis, porque el mexicano aunque no tenga dinero suficiente para la semana sale a divertirse. El 70% de los asistentes a estos lugares son jóvenes de 18 a 30 años”, precisó Rivera Cruces.
Datos de la Anidice apuntan a que cerca de 312 millones de personas son clientes de los centros nocturnos, de los cuales el 46% de los asistentes tienen entre 18 a 23 años, mientras que el 24% son de 24 a 29 años, 16% de 30 a 35 años, 9% de 36 a 45 años y el 5% de 46 años en adelante.
El promedio de consumo por persona en cada visita es de 4.5 copas, lo cual se ha mantenido como un estándar en los últimos 30 años, y equivale a una venta de mil 400 millones de copas anuales, que representaron la comercialización de 74 millones de litros de alcohol, según Anidice.
Crecimiento elevado
Para los especialistas, el crecimiento de la industria tiene relación directa con la mejora en plazas como Tijuana, Sonora, Tamaulipas, Tabasco, Nuevo León y Morelos, donde se había perdido una parte de la vida nocturna, pero también por la tendencia del mexicano por gastar en diversión.
“La economía nacional en el primer semestre creció cerca del 1.6% y 1.7%, por lo que el crecimiento de los bares es alto; sí creo que hay una tendencia alcista por una mejora económica, pero además hace unos meses los bares estaban muertos en zonas como Nuevo León y ahora parecen estar llenos”, comentó Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
El especialista manifestó que el crecimiento de los antros es importante dado que pocas industrias crecen a este nivel en medio de las dificultades en el consumo, el cual todavía no da claras señales de recuperación.
Isabel Campero, directora de estudios de opinión en la agencia De la Riva Group, explicó que el crecimiento de la industria se da en un contexto donde el salario quincenal de los trabajadores alcanzó en promedio para 13.5 días de enero a agosto del presente año, es decir, el dinero les faltó antes de recibir su siguiente pago.
“Este último mes (agosto) estuvo fatal para el Índice Final de Quincena, los ingresos alcanzaron sólo para 12.95 días, esto representa uno de los niveles más bajos que tenemos desde los últimos cinco años, por lo que el 41% de las personas tuvieron que recortar gastos”, añadió.
En medio de la crisis en los bolsillos de los trabajadores, los recortes impactan desde el entretenimiento hasta la compra de alimentos, pero aún así algunos productos como las bebidas alcohólicas logran evitar el golpe de la crisis.
“En estudios que hemos realizado algunos gastos de las personas en bebidas alcohólicas como rones y cervezas no son tan afectadas por el recorte de gastos en una crisis, no baja tanto su consumo”, agregó.
Dentro de los antros y bares, el 60% de las bebidas alcohólicas consumidas son de origen nacional, donde predominan rones y tequilas, mientras que el 40% son importadas, donde las más demandadas son whiskeys y vodkas; la cerveza representa el 22% del consumo total de los establecimientos, detalló la Anidice.
“En el caso de la cerveza, este año se dieron diferentes eventos deportivos como el Super Bowl y el Mundial que representaron un repunte en el consumo, todavía se están afinando las expectativas del cierre de 2014, pero el mercado tiene un potencial importante”, comentó Ana María Vallarino, directora general de Cerveceros de México.
Para Luis Lozano, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la tendencia positiva en los antros y bares puede relacionarse al carácter social del mexicano y la intención de las personas por realizar una fuga de sus problemas laborales o económicos a través de la diversión.
“La visita a bares tiene relación con el nivel de ingresos de las personas, porque asisten aquellos que tienen posibilidad como la clase media o media alta. Las personas también buscan una salida, una fuga con la intención de distraerse tomándose una copa”, añadió.
Manuel Valencia, catedrático del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), resaltó la caída de 20% del año pasado en la industria del entretenimiento nocturno, ya que explicaría parte del rebote en los ingresos, además recalcó que el bono demográfico impulsa a este sector preferido por los jóvenes.
“El número llama la atención porque es alto, pero se debe considerar que viene de números negativos, aunque también es parte de la cultura similar a lo que pasa con el futbol, guardando las proporciones la gente no sacrifica ciertas actividades, en México es muy valorado el tiempo libre”, resaltó.
La otra cara
El buen desempeño de los bares contrasta con las cifras de los restaurantes, donde no hay una recuperación e incluso la Reforma Fiscal ha puesto focos rojos sobre un posible aumento de la informalidad, dijo Manuel Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
“El primer semestre tuvo un crecimiento flojo de entre 1% y 2%, por los aumentos de precios derivados del impuesto a las bebidas azucaradas, además de una disminución en la asistencia de los clientes y un menor gasto promedio en los establecimientos”, agregó Gutiérrez García.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabiliza cerca de 500 restaurantes en el país, de los cuales el 95% son pequeñas y medianas empresas, mismas que han sido afectadas con la eliminación del Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) por falta de conocimiento e inversiones para comprar equipo tecnológico.
“En un principio podría aumentar la informalidad; es un problema que preocupa por la dificultad de los restaurantes, sobre todos los pequeños, para poder incorporarse al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), por lo que estamos solicitando apoyo para tener equipos y capacitarlos”, comentó.
Esta industria se encuentra todavía por debajo de los crecimientos previos a la crisis de 2009, cuando fue azotada por la influenza, así como el sector de bares y antros, ya que a pesar de sus números positivos también está casi 3 mil establecimientos abajo de la cifra reportada en 2009.
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